martes, 19 de febrero de 2013



Lamentable paro de labores en la UACM

Sinceramente el paro en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México me causaba una gran confusión, pues existían dos partes una que apoyaba a la huelga y por otro lado se encontraban las personas que no querían que se cerrara la universidad, sin embargo el paro se llevo a cabo sin duda un suceso importante en la vida de esta casa de estudios. El conflicto se llevo a cabo el día 28 de agosto de 2012 cuando la rectoría de la UACM ubicada en el plantel Del Valle fue tomada por alumnos que exigían el reconocimiento de ocho consejeros universitarios electos, a quienes el Colegio Electoral universitario negó el nombramiento.

Luego de no tener una respuesta efectiva a sus exigencias de diálogo, estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México tomaron los planteles del Centro Histórico, San Lorenzo Tezonco y Del Valle en demanda de que se instalara el tercer Consejo Universitario pues la comunidad de esta casa de estudios lo decidió en las urnas. 

Al principio de esta lucha me agradaba ir a las marchas, mítines, asambleas para tener una mayor información y estar al tanto de lo que acontecía en la UACM en especial en el plantel San Lorenzo Tezonco, en las primeras semanas aproximadamente en el mes de septiembre se podía observar que alumnos y docentes estaban al pendiente de lo que ocurría en el plantel, incluso había profesores que decidieron dar clases en calles aledañas a la universidad. 

Pero con el paso de los meses los estudiantes y profesores dejaron de ir la universidad parecía un sitio fantasma con pocas personas, fotocopiadoras cerradas, sin puestos de comida y claro el café Mictlan siempre abierto para ir por un café, ir al baño y claro para asistir a algunas asesorías con los profesores que nos citaban en este sitio. 

Al principio de esta lucha me parecía viable apoyar el paro, pues se estaba luchando para que se reconociera el tercer consejo universitario, el máximo orden de gobierno de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México sin embargo mi visión fue cambiando. 

En una ocasión entre al baño y mi sorpresa fue de horror, pues para empezar los compañeros que se encontraban en las barricadas, pedían que para entrar debíamos registrarnos, apuntar nuestro nombre y matricula, para según tener el control y saber quien entraba a la universidad. 
Al entrar pude observar un silencio profundo, sin coches en el estacionamiento, solo casas de campañas y claro los molestos perros que viven en la universidad, el domo se encontraba sucio con algunos trastes regados, era un lugar triste me traía recuerdos de cuando todo era normal, compañeros riendo, gente corriendo hacia los salones, saludando a los amigos, en fin muchos sucesos que dejaron de pasar en tres meses. 

Cuando entre al baño me sorprendí y me surgieron dudas, impotencias, me preguntaba porque nuestra universidad se encuentra en estas condiciones en que momento paso todo esto, cuanto les costaba limpiar, si se supone que ellos lo usaban día con día sin embargo el ambiente era de suciedad y los compañeros sentados en las barricadas, fumando riendo como si nada pasara.

El paro de labores me indignaba pues pasaban los meses y nada se arreglaba todo era confuso en mi trabajo y en mi casa me preguntaban que cuando entraría a la universidad a lo que yo respondía con un frio no sé, me decían que estaba en una escuela patito, que la huelga no ayudaba en nada que al contrario la universidad solo consumía a manos llenas el presupuesto de los ciudadanos, por otra parte algunos me decían que no era justo que por unos cuantos más de 10 mil estudiantes estuvieran sin clase y claro yo no sabía que responder, pues en ocasiones pensaba que tenían razón y que la huelga no nos estaba llevando a nada bueno.




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